Este encuentro me impactó especialmente, recuerdo, que me sorprendió ver un pueblo extremadamente vacío, ni un alma por las calles, un silencio sepulcral, sólo roto por el ruido de los cohetes que tiraban las hermandades, conforme hacíamos la entrada, y nos poníamos por orden para hacer la presentación a la patrona de Villamanrique.
Eran las 17 horas, hacía un calor intenso, ese año sofocante, pero las noches eran extremadamente frías, húmedas con muchísimo relente; cuando nos tocó turno y llegamos a la plaza, mi sorpresa fue mayúscula, allí estaba todo el pueblo, la plaza a rebosar, estaba haciendo su presentación la hermandad de Granada, sus peregrinos cantaban y cantaban y vibraban de gozo y alegría, a ellos se unía el pueblo, olé, olé, olé… es una hermandad muy numerosa ,nosotros tenemos muchos vínculos de unión y amistad con Granada (nuestra madrina) .
Pasó Bollullos.
Después, cohetes anunciaron la nuestra , la caballería, no muy numerosa (somos una hermandad pequeña) se abría paso entre la multitud, los bueyes tiraban del simpecado guiados por el boyero, detrás los romeros cansados por el calor y lo duro del camino, nos acercamos a la puerta de la iglesia y los bueyes a la orden del boyero, suben la escalinata, todos nosotros sujetábamos la carreta, la gente aplaudía, nuestro esfuerzo el ambiente era propicio para una emoción sin igual, mientras, todos rezaban, nosotros no podíamos, hombres y mujeres, llorábamos de emoción. Fue realmente emotivo e impresionante, es uno de los momentos del camino que vivimos intensamente, nos llena de orgullo y emoción. (Somos una de las pocas hermandades que subimos el simpecado arriba).
Estaba entrada la noche cuando salíamos de Villamanrique, a la salida del pueblo teníamos la acampada, nos esperaba una noche muy fría tremendamente fría, pero también nos esperaba un caldo muy calentito y una buena candela.
El siguiente día …. LA RAYA REAL
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